Representa la remuneración mensual bruta que recibe un trabajador, incluyendo las pagas prorrateadas, y define cuánto deben cotizar tanto el empleado como la empresa a la Seguridad Social. Esta importación influye en las prestaciones que recibirá el trabajador, como la pensión de jubilación, los subsidios por desempleo o las bajas temporales.
Las bases de cotización están sujetas a límites máximos y mínimos establecidos por ley, y varían según el régimen de la Seguridad Social en el que esté el trabajador, ya sea autónomos, régimen general o sectores específicos como el hogar o el campo. Dependiendo de la base de cotización, se determina la cantidad de las aportaciones mensuales a la Seguridad Social, fundamentales para financiar diferentes prestaciones y garantizar la protección social